Nuestras primeras palabras tienen un significado muy importante para nuestras familias, ellos nos alaban por juntar palabras tan básicas como papá, mamá o tata. Al crecer nos vamos dando cuenta que esas frases tienen un significado que nos van ayudando a entender mejor el mundo.
Las palabras son importantes en nuestro diario vivir, nos permiten comunicarnos, construir realidades. Pero cuando tenemos la posibilidad de difundidas a un mayor número de personas, transmitiendo ideas e información, contraemos una responsabilidad mayor.
Es así como el comunicador, el cual es entendido por las personas como aquel individuo que, a través de sus palabras, entrega información que será de importancia para otros, por lo que cada uno de nosotros debe tener cuidado con lo que dice, porque lo que informemos, puede afectar a otros de forma positiva o negativa.
Por ello, el comunicador, sea periodista o no, debe conocer las bases de la ética periodística, como es tener una información clara, respetar las fuentes, mostrar las dos caras de un mismo tema para que cada persona se pueda generar su propia visión y opinión de las cosas. Un comunicador siempre debe estar informándose, no decimos que debe ser un intelectual, pero siempre debe conocer el tema del cual hablará, siempre debe tener una base. A su vez debe tener en claro que, aunque desee ser el primero en comunicar una noticia de impacto para la comunidad, nunca debe olvidar que antes de “golpear a otro medio”, la información que entregamos debe basarse en los principios de la ética y la responsabilidad que tiene en sus manos.
Invitamos a los nuevos comunicadores, al igual como lo hicieron en su niñez, a volver a comprender el poder que tienen las palabras para las personas y siempre aprender en base a la experiencia de otros periodistas y comunicadores de antaño, ya que entre todos podemos hacer del rol del comunicador, un sinónimo de trabajo en unión, de disciplina, de un fin que nunca debemos olvidar: entregar una noticia clara y concisa y jamás dejar fuera de nuestro tintero que cada información que manejamos nunca debe ser utilizada en nuestro beneficio o el de terceros. Nuestro rol es y siempre será ser los voceros de la verdad, este principio nos rige, la entrega responsable de la información.
Por: Karla Lira, miembro del Tribunal Regional de Ética y Disciplina del Consejo Regional El Loa.