Con admiración y orgullo, el pueblo chileno tuvo este domingo 25 de octubre una ejemplar jornada plebiscitaria, donde optó por abrir las puertas a un proceso constituyente que permitirá edificar -de forma paritaria única en el mundo- una nueva Constitución que fijará nuevas pautas democráticas para la convivencia política y social, y en la búsqueda de construir una sociedad más justa y digna.
Con justo derecho todas las organizaciones quieren ser parte de este histórico proceso, y la nuestra no es la excepción. Tras el arrollador triunfo del Apruebo, la principal demanda es que la próxima Convención Constitucional esté compuesta por una multiplicidad de voces que representen diversos sectores sociales lo que incluye la representación de pueblos originarios e independientes, pues -creemos- que sólo con una real representación y participación se podrá dar respuesta a todas las demandas expresadas por la ciudadanía en la calle y ratificada también en las urnas.
Desde nuestra vereda, lo haremos bregando por la incorporación del Derecho a la Comunicación en el texto definitivo de la nueva Carta Fundamental, pensando en que la libertad de prensa no puede acotarse a la posibilidad de que ciertos sectores económicos controlen los medios de comunicación, sino que debe ser un derecho que permita a la ciudadanía contar con medios públicos, privados, comunitarios, alternativos, populares, locales, regionales y universitarios, que expresen sin tapujos ni mezquindades la rica diversidad de pensamientos y realidades existentes en este bendito país.
El respeto a nuestra profesión y a las comunicaciones, deben estar en la base del desarrollo de toda sociedad, algo que no se ha visto en los últimos años en pleno régimen democrático; sumando, además, una precariedad laboral, largas jornadas e inestables condiciones de trabajo, así como dificultades para ejercer las tareas informativas en medio de las manifestaciones legítimas de un pueblo activo.
Es necesario además exigir al gobierno de turno y a los que vendrán la reducción de las restricciones que existen frente a la labor informativa que se traducen hoy en vulneraciones de derechos a las y los comunicadores y periodistas, quienes han salido a las calles a reportear la situación social, siendo víctimas también de agresiones graves e injustificadas por parte de agentes del Estado.
Pensamos que un proceso constituyente no puede contaminarse ni menos desarrollarse en un clima de impunidad a las violaciones a los derechos humanos vistas y documentadas por diversos organismos nacionales e internacionales.
En resumen, nuestro espíritu y motivación como gremio es participar activamente en las diferentes etapas de este hito histórico con el objetivo de contribuir a mejorar nuestra democracia y fortalecer a los medios nacionales, regionales, locales y comunitarios comprometidos con el justo y necesario Derecho a la Comunicación de todas las chilenas y chilenos.
Por: Hugo Marambio Miranda, Presidente Consejo Regional El Loa Colegio de Periodistas de Chile