Muchas han sido las consecuencias que nos ha dejado la crisis sanitaria, la que ha causado un fuerte impacto en la sociedad y ha sacado a luz una serie de interrogantes que han sufrido varias familias, una de ellas es cómo continuar trabajando y al mismo tiempo seguir al cuidado de los hijos desde casa, una realidad que se ha transformado muchas veces complicada.
Son muchas familias que han optado por no enviar a sus hijos al colegio o jardín y han asumido continuar haciendo todo desde casa, lo que sin duda se ha hecho agotador. Hacerse cargo de la casa, hijos y cumplir al por completo en el trabajo definitivamente es extenuante, sobre todo cuando trabajas en casa con un hijo/a que depende 100% de ti, lo que nos ha llevado a reflexionar sobre el privilegio de realizar teletrabajo y que al mismo tiempo se transforma en la experiencia más intensa de crianza.
Como periodista y emprendedora, la pandemia ha sido un desafío que ha requerido capacidad adaptativa y oportunidades de cambio, como mamá: un torbellino de emociones, donde a medida que avanzamos vamos aprendiendo, perdonándonos y buscando la mejor manera de avanzar en algo en lo que nadie nos preparó y algo que veíamos muy lejano.
En el punto anterior cobra más importancia la corresponsabilidad parental, tema que hoy está muy latente debido a la repartición de responsabilidades entre la mamá y el papá, sin embargo nos encontramos que en la práctica no es tal como se plantea, ya que en muchos casos nos encontramos en que las empresas –empleadoras del hombre- tienen una mirada de desconfianza respecto a que el padre tome la responsabilidad de algunas cosas con sus hijos, lo que nuevamente lleva a la mujer a asumir gran cantidad del peso del hogar, hijos y de su propio trabajo.
Sin ir más lejos, según datos de la encuesta Nacional de Empleo del INE, la tasa de ocupación laboral femenina para el trimestre abril, mayo y junio fue de 41,2%, la más baja en los últimos diez años. Esto quiere decir que menos de la mitad de las mujeres en edad de trabajar, lo está haciendo por una remuneración y lógicamente debemos preguntarnos ¿Por qué la tasa de ocupación laboral femenina es tan baja? Lo anterior claramente ha sido consecuencia de la crisis sanitaria que estamos viviendo, lo que ha intensificado esta realidad, y otro de los motivos se debe al patriarcado.
Una situación que enfrentamos y, como periodista busco visibilizar, si bien en algunos casos es una opción personal, otras mujeres no tienen más alternativa que combinar el trabajo y todas las labores del hogar, lo que conlleva a elevar las cifras de estrés y ansiedad, algo que se ha acrecentado con la crisis sanitaria.
En definitiva, criar un niño o niña no es fácil, es un desafío y una incertidumbre constante y con ello circulan tantas opiniones, información diferente y estilos de crianza que a veces puede ser agobiante. Ninguno es mejor que el otro, todos hacemos lo mejor que podemos, tanto dentro de nuestras capacidades y diferencias.
Priscila Herlitz Concha
Consejo Regional El Loa
Colegio de Periodistas de Chile